Intel ha diseñado un sofisticado banco de pruebas que permite comprobar la estabilidad de sus placas bases en diferentes entornos de configuración, de tal forma que podamos cotejar múltiples configuraciones y decidir cuales son los ajustes que podamos variar sin poner en peligro la estabilidad de nuestro sistema.
Ante todo, el centro de control de Intel lanzará un monitoreo del sistema con fin de recopilar datos de configuración tales como temperaturas y velocidad de los ventiladores, frecuencias del bus, memoria y procesador. Además, lanzará una batería de pruebas de estabilidad con tal de medir el rendimiento del sistema en diferentes entornos de configuración, en tiempo real y sin necesidad de modificar la BIOS.Una vez terminada la batería de pruebas, tendremos acceso a un informe completo en el que podremos ver el impacto que tendría cada modificación simulada sobre el sistema si éstas se implementasen de forma definitiva.
La interfaz de aspecto futurista ofrece no obstante una lectura directa de la información cosechada, gracias a una serie de indicadores dinámicos, es decir que nos muestran la información en tiempo real. Una vez consultado los resultados, éstos se pueden guardar como preselecciones de ajustes que nos permitirán pasar por ejemplo de una configuración pasiva y neutral del sistema a otra más agresiva para un perfil de hard gamer empedernido.
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